Odiados virus y
bacterias: que sepáis que ha sido muy desagradable teneros alojados en mi casa
durante las dos últimas semanas. Claro, con tres niños pequeños, ¡qué mejor sitio para acampar!.
Os habéis
presentado en masa y sin avisar. Me habéis puesto la casa en cuarentena, pasando
por todos y encarnados en múltiples formas: tos con mocos para la pequeña María;
gripe con fiebre alta para Claudia; y placas de pus en la garganta para
Alfonso.
Y a mí, que sólo
estoy acostumbrada a un despertar nocturno para el bibe de las mellizas, me
habéis puesto a prueba. Qué sepáis que he logrado sobrevivir a vosotros –de
momento- pero estos días me ataca el sonambulismo. Paso las noches de un
dormitorio a otro, tomo las temperaturas, que si un vaso de agua, prepara un
bibe, el paracetamol, saca los mocos, que si llora una y me despierta a la
otra… En fin, se me saltaban las lágrimas cuando veía amanecer.
Viendo que no
tenéis prisa por marcharos, he decidido crear un grupo de wasap con el
aspirador nasal, el termómetro, el ibuprofeno y el antibiótico, para
informarles de cómo va el tema y tenerlos más a mano.
Si, han sido quince
días con sus quince largas noches, con sus tres visitas al pediatra y con dos
citas anuladas para vacunar a las mellizas, que esa es otra. ¿Lograré ponerle
las vacunas algún día?
Odiados virus, ni
penséis que os vais a quedar aquí de okupas todo el invierno. Ya os estáis marchando
por dónde habéis venido y aquí no volváis ni de paso.
¡¡Firma la
petición!!
Jajaja me encanta esta publicación. Que forma mas graciosa de afrontar el día a día con los peques yo digo lo mismo que por mi casa pasen de largo
ResponderEliminarSi, reír por no llorar, jeje. Pues cierra bien las puertas que se cuelan por cualquier sitio.
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