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Mostrando entradas de diciembre, 2016

Mi lista de imprescindibles para el bebé

Cuando estaba a punto de tener a mi primer hijo pregunté e investigué sobre los artículos que podría necesitar en sus primeros meses de vida. Yo, boli y papel en mano, apunté cual alumna aplicada todo lo necesario para atender a mi pequeño. Después, muchas cosas se convirtieron en un verdadero estorbo. Esto pasa cuando eres nueva. No queremos que a nuestros bebés les falte de nada pero la experiencia nos aclara qué es lo realmente útil.

Un embarazo sin mitos

Semana 39 de embarazo Uno de cada 80 embarazos es gemelar (se llama así a todos los embarazos en los que se produce un desarrollo simultáneo de dos fetos en la misma cavidad uterina), y es considerado un embarazo de riesgo. En mi caso, fue un embarazo bicorial-biamniótico, es decir, la implantación de cada óvulo se produjo por separado, dando lugar a dos placentas y a dos sacos amnióticos. En este caso, el embarazo se  considera de menor riesgo,  y para mí, no trascurrió de una manera más especial que mi primer embarazo (simple), salvo porque tuve revisiones médicas cada mes y el aumento de peso fue mayor. Es verdad que he tenido dos embarazos bastante buenos. Nada de náuseas, vómitos ni complicaciones. Lo peor que recuerdo es la hinchazón de piernas del último mes, derivada de la retención de líquidos. No veía el momento de volver a saludar a mis tobillos. Mis piernas de elefante solo me permitían ponerme un tipo de sandalia dos números por encima del mío. Yo, que mido 1,60 me

Dos peques dan muchas latas

 A lo mejor este post llega un poco tarde, pero si os gusta la idea lo podéis hacer el año que viene. Como aviso en el título, dos peques dan para muchas latas de leche de fórmula, y quizá porque me parecen muy útiles para hacer ciertas manualidades, no he tirado ninguna. En casa estamos, por decirlo de alguna manera, enterrados en latas. Pero poco a poco las vamos utilizando para cualquier cosilla que se nos ocurra. En esta ocasión, navegando por Internet, descubrí estas latas tan navideñas y me parecieron perfectas para que Papá Noel les deje aquí los caramelos a los peques de la casa.

Superando el estrés con tres

Mientras anoche comenzaba el capítulo final de mi serie favorita, intentaba esbozar este post. Llevaba todo el día repitiéndole al papá que había que meter quinta a partir de las ocho de la tarde, que es cuando empiezan los baños de los niños, las cenas, los cuentos, etc. Teníamos que lograr que estuvieran dormidos pronto para disfrutar de la velada televisiva. Lo conseguimos. Atendidos los despertares intermitentes de las pequeñas de la casa, a las 22.45 horas me clavé frente a la televisión, lista para derramar lágrimas a porrillo con el desenlace de la serie y rezando para que el padre se durmiera también, así podría explayarme tranquila con mi emoción desenfrenada.

Cuando ovulas a pares y no lo sabes

Ecografía de 4 semanas, aproximadamente Son las 22:55 horas de la noche cuando comienzo a escribir este post. La casa goza de paz y tranquilidad. Aquí estamos, yo, el ordenador y los ojos de Claudia, tan redondos y abiertos que nada hace presagiar que vaya a dormirse de un momento a otro. Me ha salido nocturna. Creo que es la única de la familia que no se duerme en una función de palos. No puede ser más diferente de María, su hermana. Cuando las miro, todavía me sorprendo de que haya podido tener mellizas. Es del tipo de cosas que una siempre cree que sólo le pasan a los demás, como cuando ves en la tele a la gente celebrando el gordo de la lotería de Navidad y te quedas con esa cara de desilusión total, buscando en la pedrea algún euro que recuperar de los cientos que te has gastado.

La mamá se hace, no nace

Muchas amigas  me han felicitado por el lanzamiento de este blog. He de confesar que tuve cierto miedo escénico momentos antes de publicarlo, pero finalmente me decidí. No soy una experta en maternidad, no pretendo serlo, ni mucho menos voy a dar clases a nadie sobre la crianza de los hijos. Pienso que por muchas nociones que tengas sobre el mundo maternal, este es un aprendizaje basado en el método empírico: a más experiencia, más sabes. Recuerdo que cuando nació Alfonso, mi primer hijo, sólo sabía cuatro cosas sobre los cuidados del bebé que había aprendido en las clases maternales. Nada más. Cuando el bebé lloraba, mi marido me miraba y preguntaba, ¿qué le pasa? , y yo pensaba, ¿por qué se supone que yo tengo que saberlo?, lo único que he hecho hasta ahora es parirlo . A las madres se nos presupone sabedoras de todo lo relacionado con los niños, pero para nada es así cuando eres primeriza.

Los dos puntitos que me cambiaron la vida

Príncipe & Princesas Ya nos costó trabajo ir a a por el segundo hijo, para que nos vinieran dos de golpe. Andábamos muy ocupados con el trabajo, pero tampoco queríamos dejar a nuestro hijo solo. Así que lo decidimos. Aquellos dos puntitos en la primera ecografía me cambiaron la vida. Ahora somos una familia de cinco. Una familia numerosa. Mi príncipe de 4 años y mis dos princesas de 6 meses me han robado el corazón, pero también muchas otras cosas. Ahora, en vez de caminar por la vida, voy derrapando.